Cuando llegamos al norte de Escocia, a la costa de Caithness, encontraremos que a unos 16 kilómetros (10 millas) más al norte, existen unas islas, llamadas Orcadas, que junto con las Shetland tienen un marcado carácter escandinavo. Son en total 70 islas, aunque habitadas solo son 20. Kirkwall, con unos 6.000 habitantes, es la población más grande y el centro administrativo de las islas. Está situada en la isla Mainland, la mayor y más poblada de las Orcadas.
En estas islas hay una sensaciòn mágica de soledad y silencio. Tierras fértiles se entreveran a través de costas bajas y acantilados con brazos de mar, canales y ensenadas interiores. Los ritmos de luz y oscuridad se suceden maravillosamente a lo largo del año, desde las largas noches veraniegas a los cortos días invernales, con un clima bastante cálido a pesar de estar tan al norte.
Las islas están habitadas desde hace, al menos, 8500 años. Las ocuparon en primer lugar tribus del Mesolítico y del Neolítico, y más tarde los pictos.
En el 875 fueron invadidas por Noruega, y finalmente anexadas en 1742 al Reino de Escocia, como prenda de una dote no pagada a Jacobo III en su matrimonio con Margarita de Dinamarca.
El Corazón Neolítico de las Orcadas
El «Corazón neolítico de las Orcadas» es una importante zona de yacimientos neolíticos, algunos de los cuales todavía no se han excavado. El lugar fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1999 por la UNESCO. Está situado en la zona oeste de la isla principal, Mainland, entre los lagos Harray y Stenness y en la bahía de Skaill. En esta zona se siente una fuerza primitiva y misteriosa.
Skara Brae
Este es el mejor sitio para imaginar como debía ser la vida en el neolítico; el grupo de diez viviendas, habitado entre el 3100 y el 2500 A.C., es el yacimiento neolítico mejor conservado de Europa. Las casas tienen unos 40 m2, y la mayoría consisten en una gran habitación cuadrada con chimenea y muebles de piedra, camas y vestidores, e incluso unos rudimentarios cuartos de baño, bajo una cubierta construida con huesos de ballena, hierba y paja.
Maeshowe
Es un túmulo formado por 30 toneladas de arenisca apilada, que alberga un pasadizo utilizado como enterramiento, con la entrada alineada para ser iluminado en el solsticio de invierno. En el siglo XII fue saqueada por los vikingos, que dejaron el mayor conjunto de inscripciones rúnicas que se conserva en el mundo.
Su estructura se conserva en bastante buen estado, a pesar de los daños que sufríó en el siglo XIX por una intervención poco afortunada.
el anillo de Brodgar
Es un crómlech (anillo de monolitos) similar a Stonehenge, y de una edad similar (2500 a.C). Se conservan 27 monolitos, pero eran 60, en una grandiosa agrupación circular de 104 metros de diámetro, alrededor de un foso de nueve metros de anchura y tres de profundidad. Solamente dos crómlech del Reino Unido son mayores que este.
las piedras de Stenness
Este monumento, que data de alrededor del 3000 a.C. es una espectacular agrupación de 12 bloques de piedra dispuestos en una elipse de unos 32 metros de diámetro. Los monolitos son increíblemente esbeltos, con una altura de 4 hasta 5 metros apenas tienen unos 30 cm de espesor.
Las islas
Cada isla es una variación del ambiente mágico que envuelve las islas, con sus paisajes no siempre habitados por humanos, pero sí por multitud de aves marinas, como las gaviotas tridáctilas, los araos, los frailecillos, los págalos, y visitadas por otras aves migratorias. El mar que las rodea, de un intenso color azul cobalto, también está lleno de vida, observándose focas, nutrias, marsopas, ballenas, delfines y orcas que surcan las aguas cercanas.
La segunda isla en extensión, la isla de Hoy, nos asombrará con una impresionante y vertical roca en forma de chimenea de 170 metros de altura, que se yergue frente a los acantilados de su costa, y que se conoce como el «Viejo de Hoy». Esta pila de roca acaparó la atención en 1966, al ser retransmitido su ascenso en directo.
En la isla de Papa Westray (conocida también como Papay) tendremos la oportunidad, como en Skara Brae, de ver una vivienda muy bien conservada (Knap of Howard). En este caso se trata de la que se considera la vivienda más antigua de Europa.
Skapa Flow
Uno de los mayores atractivos de las islas Orcadas no está en tierra firme, sino en Skapa Flow, la porción de mar que queda entre las islas de Mainland, Hoy, Flotta, South Ronaldsay y Burray. Este fondeadero, utilizado ya por los vikingos, fue la principal base naval del Reino Unido durante las dos guerras mundiales, y estuvo en activo hasta 1956. Al final de la Primera Guerra Mundial, 74 navíos de la flota alemana fueron aquí confinados en espera de una decisión. El oficial alemán al mando, Ludwig von Reuter, aprovechó la salida del grueso de la flota inglesa a unas maniobras para ordenar el hundimiento de los barcos germanos, evitando que cayeran en manos inglesas.
Actualmente se puede visitar un centro de visitantes en Lyness, en la isla de Hoy, en una estación naval de bombeo de fuel y un depósito reconvertidos.
Datos prácticos
Para entrar en el Reino Unido, los ciudadanos del Espacio Económico Europeo y los países de la Unión Europea, entre los que está España, no necesitan más requisito que un pasaporte en vigor o el DNI. Para otros países puede ser necesario visado o requisitos especiales, por lo que es recomendable consultar en la embajada británica.
La mejor temporada para visitar las islas es desde el mes de junio a octubre, siendo normalmente el mes de septiembre el más agradable. A finales de junio se disfrutan los días más largos.
Para llegar a las islas Orcadas hace falta tomar un ferry en Aberdeen, aunque también se puede llegar por vía aérea desde Edimburgo.
En las islas hay una amplia oferta de pequeños hoteles, cottages y Bed & Breakfast, en un rango de precios que suelen estar entre las 40 y las 100 libras por persona.
Como parte del Reino Unido, La moneda corriente es la Libra Esterlina.
No hay riesgos sanitarios especiales y la zona es muy segura, no siendo necesarias precauciones especiales más allá de la normal atención a las pertenencias personales y objetos valiosos.
Naturaleza, soledad, paisaje, historia neolítica y reciente, además de las actividades deportivas y culturales que se pueden realizar, son un fuerte aliciente para incorporar las Islas Orcadas en nuestra visita a tierras escocesas.
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