El Dodecaneso es un archipiélago griego del mar Egeo, situado frente a la costa sudoccidental de Turquía. Rodas es una de las 26 islas habitadas de este grupo, y la mayor de las 163 islas que componen el archipiélago. 174.000 personas viven allí, de las que unas 60.000 viven en la ciudad de Rodas, la cual es también capital del Dodecaneso.
Esta isla ofrece mucho que ver, a lo que se añade un buen clima, playas de aguas transparentes para todos los gustos, y un ambiente animado en sus calles hasta bien entrada la noche.
El poso histórico de Rodas
Freya Stark, escritora y exploradora británica, dijo acerca de la isla: “Rodas, donde yace durmiente la historia”. Y es que en esta tierra se superpone, a modo de estratos, la presencia de pueblos e imperios que se disputaron su dominio a lo largo de los siglos.
Rodas, donde yace durmiente la historia
Entre los primeros habitantes legendarios se encuentran los telquines o telchines, procedentes de Creta, seguidos por legendarios colonos egipcios, fenicios, tesalios y carios.
Los dorios se asentaron a partir del 1200 aC.
En el 164 a.C., se firmó un tratado de amistad con Roma, Muchos jóvenes de familias nobles romanas fueron educados aquí.
Después, Rodas pasó a manos de Bizancio, que en 1082 concedió a Venecia el establecimiento de una base naval comercial. En 1248 fueron sustituidos por los genoveses. En 1302 se volvieron a asentar los venecianos, pero en 1303 un terremoto acabó con una gran parte de la población.
Aquí resistieron doscientos años de asedio turco los Caballeros del Hospital de San Juan de Jerusalén. Los caballeros, procedentes de varias naciones, se agruparon para resistir el avance de los turcos, hasta que se rindieron en 1522, y obtuvieron un salvoconducto para salir de la isla. Se instalaron en Malta, y pasaron a conocerse como los Caballeros de la Orden de Malta.
Rodas permaneció en el imperio otomano hasta 1912, en que fue ocupada por los italianos sin resistencia. En 1944 fue ocupada por los ingleses, y se entregó a Grecia en 1948.
El Coloso de Rodas
Si hay algo por lo que Rodas es conocida, es por la estatua de grandes dimensiones que se erigió en su puerto, hoy conocido como Mandraki. Se calcula que tendría más de 30 metros de altura, y tradicionalmente se ha imaginado con los barcos pasando bajo sus piernas separadas, aunque es más probable que la escultura estuviese en tierra firme.
Un terremoto derribó el Coloso cuando apenas tenía 66 años de vida, y se dice que los trozos fueron vendidos a un mercader judío, quien necesitó 900 camellos para acarrearlos hasta el lugar donde fueron fundidos.
La ciudad de Rodas
La ciudad medieval de Rodas fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1988 por sus valores arquitectónicos, de desarrollo urbano, culturales e históricos. Conserva todo el encanto de una ciudad antigua, con calles estrechas y empedradas. El paso de distintas culturas por la isla ha dejado un legado de casas, palacios, torres fortificadas, murallas, mezquitas y otros elementos urbanos.
No hay que dejar de visitar el Palacio de los Grandes Maestres de la Orden (reconstruido por los italianos en 1940 tras su destrucción por una explosión accidental en 1856). también hay que ver el Museo Arqueológico (antiguo hospital), la iglesia de la Anunciación, el Palacio del Arzobispo, el Edificio de Correos, el Ayuntamiento, el Teatro, el Fuerte de san Nicolás, entre otros monumentos.
El puerto de Madriki está lleno de barcos de pesca, embarcaciones deportivas, yates, transbordadores y cruceros que llenan la ciudad de turistas durante algunas horas, sobre todo en la zona comercial de la calle de Sokratos y la ciudad vieja, repleta de tiendas.
Lindos, una visita imprescindible
Lindos es un laberinto de calles lleno de encanto, con una acrópolis en lo alto a la que se sube por una monumental e impresionante escalera. Se puede subir en burro, aunque hay quien opina que la ascensión no es tan dura como dicen, y se atreven a subir andando.
El interior de la acrópolis, que se ha restaurado en parte, muestra la grandiosidad que tuvo, y ofrece a los visitante una magnífica vista de la isla y de la protegida bahía que hay a sus piés.
Datos prácticos para visitar Rodas
No es necesario visado para los ciudadanos de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Panamá, Paraguay y Uruguay para estancias menores a tres meses. Grecia es espacio Schengen, por lo que la circulación desde España es libre y sin control.
No hay vacunas obligatorias ni precauciones sanitarias especiales.
Rodas es un destino seguro, por lo que no se requieren más precauciones que el normal cuidado con las pertenencias personales recomendable en cualquier destino turístico.
El periodo más aconsejable para visitar la isla es el que va desde mayo hasta octubre, siendo los meses de junio y septiembre los mejor valorados para el viaje.
Se puede llegar por avión desde distintos destinos al aeropuerto internacional Diagoras, a 16 kilómetros de la ciudad de Rodas. Un taxi desde el aeropuerto a la ciudad de Rodas cuesta menos de 15 euros.
También se puede llegar por vía marítima en ferry desde Turquía o desde el puerto del Pireo (Atenas). La duración del viaje desde Grecia es de unas 18 horas, pernoctando en la embarcación.
Los platos típicos griegos que se pueden degustar son el tzatziki (yogur con pepino), moussaka (patatas, berenjenas y carne picada), taramosalata (hueva de pescado con patatas) y ensaladas con tomate, queso de cabra, aceitunas negras y cebolla.
Los hoteles, en general, tienen pocos equipamientos. Se puede encontrar alojamiento en la ciudad de Rodas. También hay hoteles en Faliraki, un sitio con una playa de arena, que no abundan en la isla. Pero si se busca más tranquilidad, se puede optar por Lalysos, con hotelitos más familiares y un ambiente agradable. En Kalithea se puede practicar submarinismo.
Grecia es parte de la Unión Europea, por lo que la moneda corriente es el Euro. Rodas es una isla muy orientada al turismo, por lo que no existen problemas para encontrar moneda y cajeros.
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