El gran río Okavango nace en Angola, en la meseta de Bié, a más de 1.500 metros de altitud. En esta meseta nacen algunos importantes ríos africanos, que desembocan en aguas del Océano Atlántico, del Oceáno Índico y del río Congo. Sin embargo, el Okavango no consigue verter sus aguas en el mar, ni en un lago ni en ningún otro río.
Un río con unas dimensiones considerables
Este río, con sus 1.700 kilómetros de longitud, es más largo que otros como el Río Colorado en Estados Unidos ( 1.438 km), el río Magdalena en Colombia (1.550 km) o el río Rin en Europa ( 1.233 km). El Okavango recoge las aguas de una cuenca de más de 720.000 kilómetros cuadrados, superficie superior a la de países enteros como España (505.370 km2) o Francia (756.102 km2), y casi tan grande como Chile (756.102 km2).
¿Por qué este río no tiene desembocadura?
Las aguas de este curso fluvial, con un caudal similar al de los ríos franceses Sena o Garona, llegan al desierto del Kalahari, en Botswana, donde se abren en el amplio “delta del Okavango”, que en realidad es una cuenca endorreica sin salida al mar. Las aguas se dispersan por una región de dimensiones similares a países como Israel, El Salvador o Eslovenia, y terminan evaporándose.
Los habitantes del Delta
El principal pueblo nativo que habita en la zona del Kalahari son los nómadas bosquimanos. Sin embargo, la mayoría de los turistas llegan al delta atraídos por otros habitantes, los animales. En esta zona se pueden contemplar en estado salvaje los “Cinco grandes”: Los leones (los únicos leones nadadores, que desarrollan un gran tamaño y fortaleza), los elefantes, los leopardos, los rinocerontes y los búfalos negros. A ellos hay que añadir los licaones y los guepardos, para ofrecer el incomparable espectáculo de “los siete magníficos.
También es un paraíso para la observación de aves, pues podemos contemplar las “cinco grandes”, las más espectaculares aves de África: la avutarda kori, el jaribú africano, el búho pescador común, el cálao terrícola y el águila marcial.
Cómo recorrer la zona
El delta se puede recorrer llegando en todoterreno al corazón del delta, y haciendo safaris en mokoro, unas canoas de poco calado ideales para moverse por todos los brazos del delta. Sin embargo, no hay que perderse el increíble espectáculo desde el aire, siendo muy recomendable hacer el viaje de ida al delta por este medio, para tener una visión de conjunto antes de adentrarse en su interior.
Lugares para alojarse
Botsuana promueve un turismo de bajo impacto y alta calidad, lo que hace que visitar el Delta del Okavango tenga un alto precio. En la zona podemos encontrar una cuarentena de lodges y campamentos, que unen el estrecho contacto con la naturaleza con un peculiar sentido del lujo en un medio salvaje. Algunos de los mejores alojamientos los encontramos en las cadenas Sanctuary Retreats (www.sanctuaryretreats.com), Orient Express (www.orient-express.com) y Wilderness Safaris (www.wilderness-safaris.com). Lujosas cabañas, safaris y exploraciones en mokoro, lanchas, incluso helicópteros, charlas sobre naturaleza, incluso la posibilidad de dormir bajo las estrellas en un porche a orillas de aguas donde nadan los hipopótamos, componen la oferta de estos singulares albergues.
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